Back

Atmósferas tóxicas

¿Sabes qué es lo peor de una atmósfera tóxica? Que no avisa. No suena ninguna alarma natural. No ves el gas, no lo hueles, no lo sientes… hasta que es demasiado tarde. Y lo más grave: hay profesionales que siguen entrando en espacios confinados o zonas industriales sin una evaluación previa real del aire. En este artículo vamos a desmontar esa temeridad, explicando qué son las atmósferas tóxicas, cómo se originan, cómo medirlas y qué equipos son imprescindibles para trabajar sin jugársela.

QUÉ ES UNA ATMÓSFERA TÓXICA

Una atmósfera tóxica es aquella en la que la concentración de uno o varios contaminantes supera los valores límite establecidos por normativa, generando un riesgo para la salud o la vida del trabajador. Estos contaminantes pueden ser gases, vapores o partículas que, en función de su naturaleza y concentración, pueden provocar desde mareos hasta la muerte por fallo respiratorio o paro cardíaco.

No se trata solo de sustancias letales. Algunos compuestos, como el amoníaco o el monóxido de carbono, en concentraciones bajas ya generan efectos agudos: visión borrosa, pérdida de equilibrio, desorientación. El problema: si estás dentro de un silo, un colector o una galería sin posibilidad de escape… esos síntomas pueden ser una condena.

PRINCIPALES AGENTES TÓXICOS EN ENTORNOS INDUSTRIALES

En industrias químicas, depuradoras, plantas de energía, túneles o espacios confinados, los gases tóxicos más habituales son:

  • Sulfuro de hidrógeno (HS): presente en aguas residuales, biodigestores y alcantarillas. Es neurotóxico, mortal a altas concentraciones.
  • Monóxido de carbono (CO): incoloro, inodoro, traicionero. Aparece en procesos de combustión incompleta.
  • Dióxido de nitrógeno (NO): frecuente en plantas térmicas y en soldadura.
  • Cloro (Cl): utilizado en procesos de desinfección.
  • Amoniaco (NH): presente en refrigeración industrial y fertilizantes.
  • Benceno, tolueno y otros compuestos orgánicos volátiles (COVs): cancerígenos, se liberan en pinturas, disolventes y procesos petroquímicos.

Cada uno de estos agentes tiene su propio valor límite ambiental (VLA), definido por el INSST. Hay que respetarlos a rajatabla si no quieres acabar en una UCI.

RIESGOS Y EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN A GASES TÓXICOS

Una atmósfera contaminada puede provocar:

  • Irritación respiratoria o de mucosas.
  • Asfixia química.
  • Pérdida de conocimiento.
  • Daño neurológico irreversible.
  • Paro respiratorio.

Y lo peor: el riesgo es acumulativo. Una pequeña exposición repetida también hace daño. De ahí la importancia de la medición continua y de contar con equipos de detección multigás confiables.

DETECCIÓN Y MEDICIÓN DE ATMÓSFERAS TÓXICAS

DETECTORES DE GASES PORTÁTILES

Antes de entrar, el aire se mide. Y se mide bien. Olvídate de “yo entro y si me pica la garganta salgo”. No. Lo que necesitas es un detector calibrado, con prueba funcional diaria, y adaptado a los gases del entorno.

Recomendado: Detectores monogás o detectores multigás con sensores para los gases objetivo.

USO DE BOMBAS DE MUESTREO

Para atmósferas estancas o de acceso vertical (pozos, galerías), necesitas bombas de aspiración que garanticen que analizas el aire antes de respirar una sola bocanada.

Recomendado: Bombas de muestreo y accesorios compatibles con medidores de gases.

EQUIPOS DE PROTECCIÓN RESPIRATORIA FRENTE A ATMÓSFERAS TÓXICAS

Si la atmósfera no se puede garantizar como segura tras la medición, toca utilizar protección respiratoria adecuada. Dependiendo del tipo y concentración del tóxico, podrías necesitar:

Para trabajo:

Para evacuación o rescate:

No todos los EPI sirven. Hay que hacer un análisis técnico de compatibilidad, tiempo de uso, entorno térmico, riesgo de desplazamiento y más.

PLANIFICACIÓN Y CONTROL DEL RIESGO

Para que el trabajo en una atmósfera tóxica no se convierta en una emergencia, es imprescindible:

  • Un permiso de entrada firmado por un técnico competente.
  • Una evaluación previa del ambiente con registro documental.
  • Uso obligatorio de detección continua portátil.
  • Presencia de vigilante externo de seguridad.
  • Equipos de comunicación y rescate disponibles.
  • Ensayo del plan de emergencia y formación previa del equipo.

Un protocolo incompleto o improvisado equivale a jugar a la ruleta rusa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web almacena cookies en su ordenador. Política de cookies